domingo, 31 de mayo de 2009

Del suelo y sus peripecias

Yo siempre estoy ahí.

Aunque me ignores, me patees y me relegues a una esquina de tu habitación. Yo siempre estoy ahí. Cada vez que te veo llorar trato de consolarte, pero tú solo me arrojas algún pañuelo arrugado, lleno de lágrimas, manchas de rímel y rubor. Observo tus molestias, siempre trato de calmarte y lo único que recibo de ti es un amargo golpe cerca de mi cara, no me importa, te comprendo porque yo guardo tus ilusiones rotas, tu olor, todas aquellas cartas que finalmente decides no enviar, se tus secretos, aunque nunca desees hablarme.

Seguramente te parezco desagradable, yo tan sólo quiero charlar, ser tu amigo y conocerte un poco más. Tú me escogiste, tú deseaste que estuviese aquí. Ven. Charlemos.











viernes, 29 de mayo de 2009

El mundo, la ciudad, el ruido, tú.




Un violento cosquilleo hace que cada músculo vibre al unísono generando sensaciones placenteras poco explicables, que no se detienen a pesar del esfuerzo. La boca hecha un desierto de dientes y arrugas mastica parsimoniosamente los sabores a arena dulce, sudor picante y chicles agrios.

El mundo es otro, se desvanece para sentir el cosquilleo, los sabores y el ruido punzo penetrante de un ave que chilla y respira en el ombligo de la cara para restar el deseo y éxtasis que se está experimentando. El mundo... el mundo se vuelve uno con el momento, se vuelve uno contigo, sí, contigo, tú, que observas el vacío y sientes palpitar a la ciudad. Tú, minúsculo paciente, tú, sirena, casa, carro, ciudad, eres uno sólo conmigo.

jueves, 28 de mayo de 2009

Se acabó el año nuevo

Busco entre los más recónditos recovecos algún suspiro, un hedor que me conduzca finalmente a mi destino, tras caminar calles y más calles, esquivar laberintos y tropezar con piedras, me siento mas cercana a mi lugar, ese que espera tragarse con la boca abierta todo mi cuerpecito, como una hormiga que pretende entrar al recinto negro, lleno de humedad y dientes de un rinoceronte con la efímera esperanza de retornar. Todos los callejones me parecen similares, la basura y las ratas como escoltas me dejan un perenne vaivén, el cual hace que un pequeño instante todo sea mejor y más movido en el mundo. Aun desconozco mi lugar de llegada, aunque este sea un periplo que repita constantemente, mi memoria se borra al llegar al punto de inicio y partida, condenándome otra vez a volver a empezar el tedioso recorrido, el gris de las paredes y los grumos en el asfalto se han convertido en una especie de familia para mi, siempre están a mi lado, o debajo de mi, apoyándome, gritando palabras de consuelo, ante mis constantes fatigas, no se van, me acompañan, repito. Siempre serán mi familia y mis mejores amigos, las ratas no, ellas se aprovechan de mi, carcomen mi zapatos, juegan con mi ropa y a cada paso ruegan más por conseguir algún tipo de alimento.

Aunque todos los callejones son exactamente iguales , hay uno más gris que llama mi atención, me veo tentada a dirigirme a él y al voltear me veo sumergida en esa mancha profunda, pura oscuridad. Inicialmente, no distingo si mis ojos están abiertos o cerrados, pero este callejón, el cual es bastante largo, paulatinamente se va llenando de luces de colores que me anuncian cigarrillos, café, drogas y pastillas para el dolor de cabeza, a cada paso encuentro una puerta sobresaliente con algún tipo de anuncio que me invita, no paso. Todos me encandilan, me hacen daño, deseo salir, pero una extraña fuerza me impulsa aun más adentro de la oscuridad horizontal. Comienzo a asustarme, a pesar que trato de nublar mi mente con otros pensamientos, no con oscuridad. Los colores me hacen daño, me aturden, me desesperan, quiero salir, quiero salir, un anuncio latente llama mi atención, es verde, muy verde, no se lee bien porque está un poco dañado, decido acercarme, creo que me conducirá a un buen lugar, me dejo llevar por el anuncio que toma de mi mano y hace dirigirme hacia él, cada vez estoy más cerca, mas cerca, mi corazón comienza a palpitar un poco mas fuerte, mi cabeza se concentra solamente en enfocar el borroso anuncio, ya estoy llegando, me digo. Espera, camino mas rápido para encontrarle, estoy aquí, "SALIDA"

miércoles, 27 de mayo de 2009

Papeles y lápices

Escribo, concentro al mundo en una palabra,
lápiz, sueño,
nado en un mar de grafito hecho polvillo,
la mariposa gris me llama,
orden, líneas astutas,
caracteres descifrables,
palabras derramadas por la punta de un lápiz,
universo, cápsula,
nazco entre sensaciones indefinibles
y viajo en líneas rectas
a través del golpeteo de la lluvia en la ventana.



martes, 26 de mayo de 2009

¡Fuga!


Las redecillas de mariposa no funcionan más, están deterioradas por el uso (o desuso) excesivo, es por ello que los adverbios, artículos y condicionales escapan de la semitransparente celda donde trato encerrarlos, los rebeldes pensamientos le siguen, arman una revuelta para huir y perderse entre los soplidos del viento o mas bien, esconderse detrás de una pequeña amapola.


Las letras son más pasivas, esperan pacientes encontrar algunas compañeras para fortalecerse y convertirse en una gran (o pequeña) palabra, reunirse como un rebaño las hace sentir seguras, menos solitarias, a ellas les gusta la algarabía y que las pronuncies estruendosamente, aunque sean un poco ruidosas son, los que al aglomerarse, la gente llama verbos y adjetivos, los únicos que dormitan en los huecos de metal, el resto revolotea en la anarquía de desaparecer de la red y llegar hasta algún oído donde refugiarse.