Están perdidos, encadenados a mundos fantásticos imposibles de alcanzar, se esconden entre siluetas azules, fingen pensamientos clandestinos, se entrelazan entre la ficción y la breve realidad. Discuten, piensan y exigen permanecer ocultos, a veces unos menos escurridizos son atrapados por alguna mano anhelante, en otras ocasiones sueñan, ríen y se embriagan con ideas sobrecargadas de finos matices. Los sueños están en todas partes, siempre a la expectativa de poder convertirse en realidades, envidian cualquier cosa que pueda materializarse porque ellos son hijos del éter, pero aman la ventaja de poder entregarse al viento cuando les plazca y así viajar y viajar sin nada que les detenga. Ellos son luz, música, mundo, silencio y pensamiento, son espera, pasión y desilusión, son sudores, ruidos y a veces, realidades.
viernes, 7 de agosto de 2009
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